Parece que los patrones escarchados en el vidrio se han convertido en una verdadera inspiración para los joyeros, al mismo tiempo que anhelan la primavera y el sol cálido. Las esmeraldas y amatistas de colores, las turmalinas y los rubíes tejidas en intrincados collares, aretes, colgantes y pulseras nos recuerdan que la primavera de colores y el despertar de la naturaleza dormida están a la vuelta de la esquina.